Vientos a un pañuelo
Empapado de aire
Con las venas erectas de tela, de cantos
Vientos que alejan el alba
Que acercan la noche
Que arrastran al alma mustia
Inapetente
Cercada,
A un cuerpo sin ganas.
A punto siempre de ver y no ver
De creer a quien respondo
Estas mentiras de cofradía,
De soltar de un tirón todas las amarras de los días.
Y esta pasión que se cuestiona
Esta risa que brota de llantos silenciosos
Esta elección de no elegir todavía,
Esta boca desahuciada,
Esta poesía.
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